No hay quién las entienda, de verdad!

No hay quien las entienda, de verdad!

Desde que publiqué (se publicó pero nunca se comunicó por miedo a los comentarios despectivos que nos podían caer) ésta entrada ha llovido mucho, tanto que creo que han pasado dos años y medio. Era un tema que pululaba diariamente por nuestras testas, ¿cómo entenderos a vosotras, las feminas? Junto con mi amigo, Jordi, quisimos dedicaros una doble entrada focalizando todo el protagonismo, por esta vez, en vosotroas. He considerado oportuno, ahora que estoy volcado en el blog, recoger éstos artículos de dos grandes filósofos, Jordi y Albertinho. Qué tiempos aquellos, ¿Tú crees que habremos cambiado nuestro pensamiento hacia ellas? Ya me lo dirás, pero a solas, que sino como se enteren…. Espero que os guste y no os disguste!!! Paz y amor, y el + pal salón!!!!

Hace dos años y medio….

Hoy es un día muy especial. Yo diría que no es de esos días que cuando pasan tú comentas: ¡ko, un día más! Por eso mismo, quiero felicitarnos a los dos por el nacimiento de nuestro blog personal. Quién nos lo iba a decir cuatro años atrás. Ahora, una vez que hemos unido nuestros conocimientos y experiencias, podemos adentrarnos a analizar la sociedad, es decir, a todos aquellos y aquellas que nos rodean, y como últimamente nos rodean ellas más que ellos hemos decidido dedicarles nuestro número 1. Lo dicho Jordi, sabes que desde aquí nos llevaremos más de una crítica, queja o ataque dialéctico, pero nada más lejos de la realidad, porque para nosotros siempre serán halagos, piropos y encantadores versos que nos iluminarán nuestro camino hacia el éxito, al cual nunca hay que darle la espalda sino echarle una mano. Nada más, tan sólo que aprovecho la ocasión para apostar muy fuerte por este portal, en el que la reflexión y la opinión destaquen por encima de todo.

NO HAY QUIEN LAS ENTIENDA.

Dicho y hecho: este primer artículo va dirigido al sexo femenino, omnipresente en nuestra sociedad.

No sabría por dónde empezar y por dónde acabar. Mujeres, como para entenderlas si no se entienden ni ellas mismas. Siempre con sus rarezas y sus tonterías, más ´tiquismiquis’ ya no podían ser. Tú les dices que esto es así y aunque ellas saben que funciona de esa manera, tan sólo por llevarnos la contraria lo niegan hasta la saciedad. Entonces, ¿para qué hablamos nosotros?, si después ellas te dominan y acabas escuchando sus idioteces y lo mejor todavía, terminas haciendo lo que te dicen. Las féminas son como te diría yo: creen que con tal de llevar limpio su parte exterior ya lo han conseguido todo. Vestidos largos de noche, pintalabios de casas comerciales conocidas, zapatos de tacón largo, colonias exóticas, purpurinas, maquillajes, bolsos a juego con las pulseras o collares, etc… Todo es poco para adornar el árbol de navidad, y mira que ahora estamos en verano. Eso es en verano, aquí llega un gran problema, ¿qué pasa en estas fechas? Pues, que aparece el calor sofocante y no saben dónde meterse. Y llega el chico y les dice: ¿qué, vamos a la piscina? El lugar ideal para ti y horrendo para ellas porque allí todos van ligeritos de ropa. Y más de una se pregunta qué puedo hacer para que no se me vean los michelines o esas varices. Pobrecillas lo mal que lo llegan a pasar. Claro muy limpias y estilizadas por fuera y por dentro… En cambio un machote no se preocupa tanto por fuera, pero a lo mejor sí que lo hace más por dentro. Claro, los hombres, salvo los metrosexuales y maricones, no seguimos ese ritmo de vida de ir de tienda en tiendas contemplando qué productos pertenecen a la última moda. Pero ellas sí, porque si no se sienten discriminadas y apartadas de su grupo o confort festivalero.

Porque las mujeres se montan sus historietas, tienen sus paranoias, sufren verdaderos delirios y acaban engañadas de su propia realidad. Diríamos que pasan a ser esclavas de ellas mismas y que nunca saben cuál es el camino más acertado para escapar. Entre ellas nunca acaban de entenderse, ya que prefieren dejarlo pasar sin intentar por lo menos la vía de la conversación. Pocas veces se dirán las cosas a la cara, no sé si tendrán vergüenza o es que directamente les da miedo descubrirse a sí mismas. Mi consejo es que ya que pasan tanto tiempo mirándose al único que las entiende, el espejo de sus habitación, que le pregunten por qué son así, tan raras y tan diferentes. Que miedo me da vivir en una sociedad dominada por mujeres, y ahora sé que me oiré que soy un asqueroso machista. Mooooooltttttttt Biennnnnnnnn así sois y así os vemos. De verdad, se os quiere a todas y cada una. Muaaaaa.

Ahora, llega el turno de Jordi.

La mujer que quizás cambió el “style” de las mujeres, esa fémina que enamoró a propios y a extraños con sus curvas y su rubia melena lo dijo bien claro: “Los mejores amigos de las mujeres son los diamantes”. Hablo, como muchos sabréis, de Marilyn Monroe.

Todas, sin que se salve una, sobreponen las joyas, los zapatos, la ropa y el comprar por comprar por encima de cualquier otra cosa. ¡Son perfectas en lo material, frías en moral! Pero, ¿quién sale perjudicado? Aparte de su bolsillo y su poca formación ética, los que realmente recibimos el azote somos nosotros, los hombres. Nos sentimos despreciados por una perla, por unas sandalias doradas o por un bolso Misako. Total, nos obligan a sentirnos mierdas…pero ¡ah!, no todos.

Hay algunos que también anteponen el Ferrari a la amistad, el polito a un buen libro…Son aquellos que conectan con todas las otras. De ahí que surjan parejas surrealistas, consumistas y que uno se frota dos veces los ojos cuando las ve. ¿En serio? Sí, sí. ¡Son pareja!

Es la vergonzosa “Love Generation”, que tiene de todo menos “love”. Desprenden amor por los cuatro costados; sí, claro: por el de su coche, el de su ropa, el de sus joyas y el de la gomina de su pelo. Los otros, de mientras, seguiremos creyendo que aún existen de las de antes. ¿Qué más bonito que mirar abrazados una noche estrellada? ¡No, en el capó del Ferrari no, tonto! Es igual, demasiado escaparate, para muy poco que encontrar dentro.

¡Cuánto tiempo hace de esto, y cuánto hemos cambiado, señor finé!!!!

~ por albertinho23 en May 10, 2009.

2 respuestas to “No hay quién las entienda, de verdad!”

  1. te creerás que hace una semana intenté buscar este artículo? vaya caña dimos e! estábamos kemaus d cojones! jaja

    sisi, hemos cmabiado pa bien…espero q ellas tb!

  2. No me lo creo. Y eso? A qué fin? Ya lo creo que dimos caña, ahora estoy seguro que seríamos más benevolentes. Qué tiempos aquellos, Giorgio!!!

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